Meditación 13.04
Romanos
12.6-8 "De manera que, teniendo diferentes dones,
según la gracia que nos es dada, si
el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en
servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el
que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace
misericordia, con alegría".
Algunos
cristianos no entienden el regalo de la salvación. No se les da para tener una vida feliz y “color de rosa”(de
hecho, pasajes como Santiago 1.2-4 afirman que debemos esperar tener
problemas en esta vida).
Pero
nuestro Padre celestial tiene muchas otras razones para querer redimirnos. Además de
expresar su gran amor por nosotros, quiere ser glorificado por medio de la vida
de sus hijos. Esto sucede cuando sus seguidores se vuelven cada vez más
semejantes a la imagen de su Hijo (Romanos 8.29), hacen discípulos en todas las naciones (Mateo 28.19), y realizan las buenas obras para las
cuales les creó.
Efesios 2.10 afirma: “Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas”. El Padre celestial nos bendice a cada uno con
capacidades y circunstancias que nos permiten hacer su obra; Él planeó todo
esto, aun antes que naciéramos. Además, cuando somos salvos, nos da dones
espirituales que se adaptan perfectamente a su propósito para nuestra vida.
El
Señor quiere que descubramos nuestros talentos y dones espirituales para que
podamos utilizarlos para su gloria. Esta es la única manera de encontrar
gozo y satisfacción verdaderos en este mundo.
¿Está usted sirviendo a Cristo mediante los dones que ha
recibido?
Si necesita orientación para descubrirlos, puede revisar algún cuestionario de dones espirituales. Averigüe si
hay alguno en su iglesia, o consígalo por la Internet.
(De Encontacto.org)
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