Meditación 7.4
Mateo 9.18-33 "Mientras
él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él,
diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Y
se levantó Jesús, y le siguió con sus discípulos. Y he aquí una mujer enferma
de flujo de sangre desde hacía 12 años, se le acercó por detrás y tocó el
borde de su manto; porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto,
seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu
fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. Al
entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la
gente que hacía alboroto, les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta,
sino duerme. Y se burlaban de él. Pero cuando la gente había sido echada fuera,
entró, y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó. Y se difundió la fama de
esto por toda aquella tierra. Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos,
dando voces y diciendo: !!Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! Y
llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis
que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los
ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos
fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie
lo sepa. Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra.
Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado. Y echado
fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca
se ha visto cosa semejante en Israel".
Los
discípulos experimentaron muchos “momentos en la cima” con el Señor Jesús. La hija del
principal de la sinagoga fue resucitada; dos ciegos recuperaron la vista; los
mudos pudieron hablar; y el hombre poseído por demonios fue liberado. Pero
cuando la tormenta llegó aquel día en el mar, el temor les invadió. Sus
mentes no podían recordar las lecciones que habían aprendido sobre el
poder y los propósitos de Aquel a quien seguían. Incluso, ver caminar al Señor
Jesús sobre el agua no les trajo alivio inmediato (Mateo 14.26).
Cuando
la adversidad nos golpea es fácil olvidar lo que sabemos de Dios. Tenemos
dificultad para recordar sus respuestas a las oraciones en el pasado, la
guía específica dada por el Espíritu Santo y las lecciones aprendidas en
crisis anteriores. Solo la situación presente parece real. Mientras la
mente nos da vueltas, la turbulencia emocional puede impedirnos pensar con
claridad.
Leer la Biblia es clave para recordar las verdades bíblicas. Otro recurso
importante es un diario personal: un registro escrito de su
peregrinación con el Señor. El diario debe contener los detalles de cómo el
Padre celestial ha trabajado antes en su vida. Sirve como un mapa para
señalarle dónde estuvo usted antes, y de qué manera le ayudó Dios. Aunque
su prueba actual sea nueva, puede mirar hacia atrás y ver la naturaleza
inmutable del Señor a lo largo de los años.
Como
cristianos, tenemos un enemigo que quiere
apartar nuestro enfoque del Señor Jesús. Frustremos la estrategia
del adversario dedicando tiempo a la Palabra de Dios y llevando un diario.
Hacer esto nos ayudará a recordar cómo el Señor Jesús nos auxilió
personalmente y nos protegió con su poder divino.
(De
Encontacto.org)
No hay comentarios:
Publicar un comentario