miércoles, 9 de diciembre de 2015

“Jesús, la Bebida que te Alegra en Todo”

Si eres de los que aun te atraen las bebidas alcohólicas, pero CREES en la Palabra de Dios, te invito a reflexionar en lo siguiente:

Comienzo diciéndote: El cristiano (que vive por y para Cristo... porque ha creído que ya no vive él, sino Cristo en él), no necesita bebidas “especiales” para sentirse alegre y feliz. Su vida de alegría y paz no depende de ese tipo de cosas.

Y si tu gozo es porque Cristo te libertó; qué necesidad hay de bebidas con alcohol, si la Biblia (nuestro manual de fe y conducta) dice que den sidra al desfallecido, y vino a los de amargado ánimo (Prov. 31.6); y si realmente tienes a Cristo, ni desfallecido ni amargado eres. Piénsalo.

Ingerir bebidas no adecuadas, te puede generar consecuencias no agradables; no solamente a tí, sino a los de tus alrededores; y peor aún, delante de un Dios Todopoderoso, que es Santo, todo lo ve, todo lo sabe y todo lo escudriña.

El profeta Joel, en capítulo 1 verso 5 nos habla de que los entregados al vino, por causa del mosto (lo cual define el diccionario como la concentración, extracto, zumo), se les llama borrachos. Joel también hace una invitación a despertar (de la ignorancia). Dice en Job 12.25): los borrachos - ebrios se tambalean, cometen errores, van a tientas, como consecuencia de sus tinieblas.

Para todo lo anterior, hay una maravillosa recomendación, que nos da el apóstol Pablo: Seamos decentes. Evitemos los vicios, las inmoralidades, vivamos y mostremos que somos de luz (Rom.13.13).

Que nuestro comportamiento diga que realmente amamos a Dios y a Su Hijo Jesucristo. (No seamos de los que viven compartiendo con Dios en la sala, pero tienen al diablo sentado en el comedor o la cocina)

Amar a Dios, no puede ser solo palabras… esas se las lleva el viento; ahora bien, tu trayecto hacia el abismo de confusión eterna, es mas real de lo que te puedes imaginar. Y tu pecado, siempre te alcanzará… -Aun lavándote con lejía, la mancha de tu pecado permanecerá delante de Dios (Jer.2:22)

Un consejo que da Pablo está en 1 Corintios 5.11 y es que no acompañemos a borrachos -tampoco seamos de ellos-, inclusive, si hay alguno de ellos que se dice llamar hermano, si es inmoral, no es tu hermano (En Cristo).

Quienes mantienen esa conducta (de ebrios, dados al vino, borrachos), al igual que los ladrones, homicidas, avaros, maldicientes, libertinos, envidiosos, glotones, inmorales, difamadores y estafadores, la Biblia recuerda: No heredarán el reino de Dios (1Cor.6.10 y Gál. 5.21).

Miren que elementos tan simples, son ya pecado; están en Proverbios 23:31-33 “...No miren al vino cuando rojea...entra suavemente; mas como serpiente morderá, dará dolor. Mirarás cosas extrañas, Y tu corazón hablará perversidades”. El otro elemento está en Oseas 4:11 “...vino y mosto quitan el juicio”

Finalizo con lo siguiente: ¡Ay de los que el vino los enciende! (Isaías 5.11) El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio (Prov. 20.1).

La decisión es tuya…Y si amas a Jesús, no es necesario absolutamente nada para alegrarte. Jesús es esa bebida perfecta, que siempre te sacia y te llena en todo. Dios te dirija y bendiga!

Escrito por Wilda M.V.
9.12.2015


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