Éxodo 2:1-2 “Un hombre de la familia de Leví fue y tomó por
mujer a una hija de Leví, la que concibió y dio a luz un hijo, al ver que era
hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses”
Es
muy importante tener en cuenta que el faraón había decretado que todo hijo de
los hebreos que naciera debía morir, él había dicho: “Echad al río a todo hijo
que nazca”. He aquí una constante tarea del reino de las tinieblas: destruir
las nuevas generaciones que servirán a Dios; lo cual vemos aquí, en éxodo 1 y
en Mateo 2, cuando Herodes mandó a matar a todos los niños menores de 2 años en
Belén y sus alrededores. Las estrategias del reino de las tinieblas son
variadas, multiformes y crueles, y todo esto se convierte en un desafío para
los padres de hoy, pues en todo éste marco, debemos enseñar a nuestros hijos el
consejo de Dios.
Es interesante que los padres de Moisés pertenecieran
a la tribu de Leví, la que más adelante se convertiría en la tribu sacerdotal.
Vale la pena destacar aquí que cuando una pareja se
va a casar, debe existir unidad en cuanto a la fe, visión ministerial, pasión
por Dios, pues la ausencia de estos elementos producirá grandes dificultades.
Los nombres de los padres de Moisés: Amram y Jocabed, que significan gente
exaltada y Jehová es gloria respectivamente, nos dejan ver la piedad y fe de
los abuelos de Moisés, a pesar del yugo de esclavitud egipcia (hablamos
entonces de 3 generaciones de fe, ejemplo que debemos imitar).
Los padres de Moisés experimentan una mezcla de emociones, por
un lado felicidad, pues iba a nacer un nuevo hijo, y por otra lado miedo, ante
el mortal decreto de faraón. El texto de hoy, destaca que ellos “le vieron
hermoso”, sin embargo debemos reconocer que para todos los padres sus hijos son
hermosos. Entonces podemos concluir que ellos
pudieron ver algo más en Moisés, pudieron vislumbrar el plan de Dios con él.
La
carta a los Hebreos destaca la fe de los padres de Moisés, “por la fe Moisés,
cuando nació, fue escondido por sus padres… porque lo vieron niño hermoso y no
temieron el decreto del rey” (Hebreos 11:23), fueron 3 meses difíciles donde
protegieron al bebe. Al considerar cómo planearon la arquilla, el encuentro con
la hija de faraón en el río, y cómo la propia madre de Moisés se convierte en
nodriza de éste por orden de la hija de faraón, quien le pagaría por sus
servicios, vemos que actuaron con inteligencia
espiritual y Dios fue entonces propicio.
Él bebe fue llamado Moisés, que significa: salvado de las aguas ¡El
lugar que según faraón era el lugar de muerte, Dios lo usó como lugar de vida! Como padres debemos proteger y cubrir a nuestros hijos
con oración, sabiduría e instrucción divina,
y por supuesto, con el mejor sermón: un ejemplo piadoso en casa. Sí
hacemos esto, Dios hará el resto en nuestros hijos.
Reflexión final: Nuestra fe en Dios se expresa mediante actos coherentes en nuestra vida diaria, y es fortalecida en la comunión íntima con él. La fe nos lleva a vencer la adversidad y los miedos, nos conduce a la victoria en Cristo. ¡Dios gracias por conducirnos a tu propósito!
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