miércoles, 22 de julio de 2015

“Para Suavizar el Corazón “

MEDITACIÓN 22.7


La lectura de hoy es Salmo 25, donde David implora dirección, perdón y protección:
“A ti, oh Jehová, levantaré mi alma. Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos. Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día. Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, Que son perpetuas. De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová. Bueno y recto es Jehová; Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera. 10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios. 11 Por amor de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás también mi pecado, que es grande. 12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger. 13 Gozará él de bienestar, Y su descendencia heredará la tierra. 14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto. 15 Mis ojos están siempre hacia Jehová, Porque él sacará mis pies de la red. 16 Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido. 17 Las angustias de mi corazón se han aumentado; Sácame de mis congojas. 18 Mira mi aflicción y mi trabajo, Y perdona todos mis pecados. 19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen. 20 Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié. 21 Integridad y rectitud me guarden, Porque en ti he esperado. 22 Redime, oh Dios, a Israel De todas sus angustias.”

Si usted mantiene una actitud humilde delante de Dios, buscándole por medio de su Palabra, su presencia saturará su corazón y le hará dócil y sensible. Así como una relación matrimonial puede comenzar a enfriarse si no se dan los pasos para mantenerla cálida, su corazón puede endurecerse poco a poco si no busca acercarse a Dios. Usted debe responder con rapidez y obediencia a todo lo que Él le diga que haga para que su corazón siga siendo suave y receptivo.

Entonces al Señor le resultará fácil captar su atención, y cuando le convenza de pecado, deseará enfrentar el problema de inmediato. Es por esto que debemos andar en el Espíritu en todo momento.

Si usted cree que Dios puede estar dirigiéndole en cierta dirección, dedique el tiempo necesario para buscar fervientemente su voluntad en el asunto, y abra su corazón para escucharle. Tenga cuidado de no ocuparse de otra cosa distinta a lo que Dios le llamó a hacer originalmente.

Sería trágico trabajar esforzadamente haciendo lo que usted y otros consideran bueno, para descubrir después que sus esfuerzos se agotaron en lograr algo que no era lo que Dios deseaba. Resistir la voluntad del Señor equivale a no hacer nada con la vida, lo que le deja a usted con una sensación de vacío.

Nada puede reemplazar la voluntad de Dios, aun cuando su plan parezca difícil o imposible. Pero si usted confía en Él con un corazón dispuesto, no hay límite para lo que Dios puede hacer por medio de su vida. Dé un paso al frente de obediencia, y diga: “Señor, quiero hacer tu voluntad, cueste lo que cueste”.
(De Encontacto.org)

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