martes, 25 de noviembre de 2014

“Preparado Para la Batalla”

Meditación 25.11

Lectura en 2 Timoteo 3.16-17  “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Un soldado que no está preparado no podrá resistir al enemigo. Puesto que los creyentes estamos en guerra con Satanás, debemos entrenarnos sabiamente para que nuestro corazón permanezca limpio y nuestro testimonio se mantenga fuerte. He aquí una guía para prepararnos para la batalla:
• Los soldados tienen que reconocer que hay una guerra. La Biblia es clara: El diablo está decidido a destruir a los santos. Por esta razón, debemos ver nuestra vida como un campo de batalla (1 Pedro 5.8).

• Los soldados tienen que conocer al enemigo. Los métodos y los engaños de Satanás están registrados en la Biblia. Sabemos que sus palabras son engañosas, pero también muy tentadoras.

• Los soldados tienen que ser entrenados. Cada día, tenemos la oportunidad de demostrar confianza en Dios, incluso en cuanto a las cosas más sencillas. Lo cual nos preparará para enfrentar con valor y sabiduría las decisiones futuras y la adversidad.

• Los soldados tienen que saber cómo utilizar sus armas. La Palabra de Dios y la oración son muy útiles en la lucha contra Satanás; ellas nos animan el corazón y nos guían en la toma de decisiones.

• Los soldados tienen que resistir la propaganda. Satanás utilizará cualquier medio para cautivarnos —cosas buenas y malas. Por eso los creyentes tenemos que ser sabios al decidir lo que permitimos que entre a nuestras mentes.

Un soldado preparado es un creyente con una mente y un corazón llenos del Señor y de su Palabra. El guerrero lleno del Espíritu Santo será un vencedor contra los ataques de Satanás.
(De Ministerios en Contacto)

También compartimos 2 Timoteo 4:1-4
"Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas."

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