lunes, 28 de octubre de 2013

“El Sufrimiento a Solas”

Salmos 88:8,18 (Has alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir. Has alejado de mí al amigo y al compañero, Y a mis conocidos has puesto en tinieblas. )

¿Alguna vez estuvo usted en medio de una crisis personal, y sintió que sus amigos habían desaparecido? Aunque los perdonó por abandonarle en un tiempo de necesidad, es posible que ellos todavía no hayan vuelto para ofrecerle ayuda. En situaciones como ésta, es importante recordar a Aquel que promete estar con nosotros todo el tiempo.

Cuando Pablo estaba sufriendo por su “aguijón en la carne”, el Señor le dijo: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12.7-9). En otras palabras, le estaba diciendo al apóstol: “Yo cuidaré de ti”.

En nuestros momentos más difíciles, cuando no nos queda nada, podemos encontrar fuerzas en Dios. Él no tiene una reserva limitada de gracia y ayuda. Tenemos exactamente lo que necesitamos cuando nos hace falta. Nuestro Padre ha dicho: “Nunca te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13.5), y Él no tiene ninguna intención de romper esa promesa.

Puede ser que nunca sepamos por qué el Señor permitió que nuestros amigos nos abandonaran cuando los necesitábamos. Pudo haber estado tratando de enseñarnos a confiar en Él. A veces, la única manera como podemos aprender a apoyarnos en Dios, es descubrir que todas las demás ayudas han desaparecido.

En algún momento, todos experimentaremos el dolor del abandono. Pero una cosa es cierta: el Señor Jesús estará a nuestro lado para fortalecernos y proveer en nuestro tiempo de necesidad. Un día, tendremos el privilegio de mirar atrás y ver cómo Él demostró su fidelidad una y otra vez. (De Encontacto.org)

(2 Corintios 12:7-9: Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

NADIE SE APARTA DEMASIADO DE DIOS

14.05.2024         HECHOS 9.18-20   “Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue...