La vida cristiana debe caracterizarse por el crecimiento evidente del creyente a medida que avanza de la leche espiritual al alimento sólido. Después que asimilamos las verdades elementales de nuestra fe, debemos comenzar a digerir las más “sustanciosas”.
La pregunta de si Dios está en cada circunstancia pertenece a esta última categoría, porque la respuesta se opone al raciocinio humano. Dios está presente tanto en las tragedias como en los éxitos de la vida: Él los envía, o bien permite que sucedan.
Cuando reflexionemos en las enseñanzas más profundas de las Escrituras, es importante comenzar por el carácter del Señor y sus promesas. Por ejemplo, al meditar en el hecho de que Él efectivamente permite algunos momentos dolorosos, es muy importante que recordemos lo siguiente:
• Dios es bueno (Sal 145.9), como son sus propósitos y todo lo que hace.
• Dios es soberano (Sal 103.19), por lo que no hay nada que esté fuera de su control.
• Dios promete a los creyentes que Él hará que todas las cosas les ayuden a bien (Ro 8.28).
• Dios cumple sus promesas (2 Co 1.20). Estos hechos forman un filtro a través del cual podemos buscar entender la presencia del Señor en cada situación.
• Dios es soberano (Sal 103.19), por lo que no hay nada que esté fuera de su control.
• Dios promete a los creyentes que Él hará que todas las cosas les ayuden a bien (Ro 8.28).
• Dios cumple sus promesas (2 Co 1.20). Estos hechos forman un filtro a través del cual podemos buscar entender la presencia del Señor en cada situación.
Pensemos en José, quien fue traicionado por sus hermanos, acusado falsamente por la esposa de su patrón y encarcelado injustamente. Este joven estuvo indefenso y fue olvidado de muchas maneras. Pero se negó a dejarse llevar por las circunstancias; captó la profunda verdad de que Dios lo había dispuesto todo para bendecirlo.
Ya sea que el Señor envíe una prueba o permita que ella ocurra, Él ha dicho que la usará como parte de su plan para nuestro bien. ¿Le cree usted a Dios?
(De encontacto.org)
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Comentario:
Parte del crecimiento de los creyentes en Jesús es confiar en que Dios es soberano… y que siempre cumplirá sus promesas!
Aquí vemos con cuanta crueldad y el cuantos aspectos fue José tan maltratado, pero también vemos cómo él nunca se dejó llevar por las circunstancias y continuó poniendo su mirada en el único que todo lo ve y todo lo sabe… En Dios!
Siempre que venga una prueba a nuestra vida, no nos guiemos de ella; humillémonos al Creador y enfoquémonos en lo grande y poderoso que es, y en que de alguna manera nos dará la salida!
Dios te bendiga!
Wilda
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