19 de octubre de 2012
Leer | 2 CORINTIOS 4.15-18
15. Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. 16. Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18. no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
No existe una vida libre de problemas, pero algo dentro de nosotros sigue esperando que sea así. Hay incluso quienes piensan que cuando una persona se vuelve cristiana, Dios quita todas las dificultades. No pasa mucho tiempo sin que aparezca el desengaño. Esto puede deberse a que Dios está en el proceso de limpiar y cambiar viejas actitudes y hábitos que no encajan en la vida de un creyente.
La salvación es el inicio de un largo proceso de transformación que dura toda la vida. Hay áreas de nuestra vida que necesitan ser lijadas, tamizadas y modeladas a la semejanza de Cristo, y los problemas son una de las herramientas más efectivas de Dios. Los hombres y las mujeres de la Biblia que Dios utilizó grandemente, sufrieron dificultades y respondieron de una manera correcta.
Por ejemplo, el apóstol Pablo entregó toda su vida para servir a Cristo. Fundó y alentó a muchas iglesias, dio respuesta a preguntas teológicas difíciles, y escribió muchas epístolas de la Biblia. Sin embargo, sus sufrimientos superaron cualquiera de los sufrimientos de muchos de nosotros. Parece injusto que Dios permitiera tantas dificultades, pero esto fue lo que lo moldeó y preparó para que fuera un siervo tan efectivo. Sin el sufrimiento, no habría cultivado una relación íntima con Dios, ni habría sido usado tan poderosamente.
No sé lo qué usted enfrenta hoy, pero estoy seguro de que Dios puede utilizar eso para acercarlo a Él. Cada dificultad exige una elección. Usted puede desaprovechar su sufrimiento y volverse muy desdichado, o puede dejar que el Señor lo convierta en un siervo suyo valioso y efectivo.
(De encontacto.org/revista/meditacion)Dios te bendiga y dirija a esa gran victoria!
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