Éxodo 20.12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”. Amén.
Iniciamos diciendo ¡feliz día de
las Madres! En este
domingo 25 de mayo, a toda mujer que nos sigue cada día, así como a las madres
de los caballeros que también dicen presente. Mujeres que han dejado huellas
en la vida de muchos. Sean biológicas o adoptivas.
Había una vez un niño que regaló
una tarjeta a su madre. En ella le escribió: Feliz Día Mamá. Y dentro de la tarjeta puso
dos aspirinas. ¡Ese niño sabía que le daba bastantes dolores de cabeza a
su mami! Todos tenemos formas especiales de demostrar el amor a nuestra
madre.
Cuando hacemos regalos a ese ser
tan especial, quizá lo más importante no es el precio, sino que ella sepa que
la amamos, la tenemos pendiente, y que le agradecemos por lo que ha hecho y
hace.
Tenemos tías, abuelas, maestras
o mujeres piadosas que nos
aconsejan, cuidan y encaminan. ¡Todas ellas se las arreglan para amarnos!
Ante nuestras situaciones difíciles, todos pudieran abandonarnos, pero no
mamá.
Veamos algunos ejemplos de
madres, en la Biblia…
Mientras Jesús moría por los pecados de la humanidad,
casi todos lo abandonaron, pero María, su madre, se quedó al
pie de la cruz.
La madre de Moisés -Jocabed- amó tanto a su hijo, que estuvo
dispuesta a arriesgarse para mantenerlo a salvo.
Loida y Eunice quienes, sin ayuda de ningún
hombre, criaron al joven Timoteo en las enseñanzas de Jesús.
Cada una de ellas, y muchas
otras que pudiéramos mencionar, actuaron con el amor y misericordia de Dios
ante sus hijos.
¡Cuántas madres heroínas tenemos! Muy especialmente aquellas
que, en nombre de Dios, muestran a sus hijos que el amor de Jesús puede guiarles
a vencer todo… inclusive guiarles a vida eterna.
A esas madres, con las que
podemos contar y nos aceptan como somos, que, aun siendo ya adultos, nos miman como si fuéramos
bebés.
Para todas ellas, hoy y los
365 días del año, un fuerte abrazo. ¡Que Dios las siga guiando, y
bendiciendo más y más!
Que ninguna herida del pasado
te impida honrar a ese ser que te dio la vida, o que, con tanto amor y cuidado,
supo amarte.
En el día de las Madres, ¡vamos
a celebrar, vamos a honrar de corazón! a quienes dejan de dormir por quedarse
velando el sueño de sus hijos. Porque ser madre es una tarea de por vida.
Muchas felicidades. ¡Que Dios bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: SentidoLatino)
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