Salmos 19.7-10
“La ley de Jehová es perfecta, que
convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de
Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece
para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más
que el oro, y más que mucho oro afinado; dulces más que miel…”.
Entre estos versículos,
pude ver lo siguiente:
La Ley de Dios es Perfecta, y convierte el alma. El testimonio de Dios es Fiel, y hace Sabio al sencillo. Los mandamientos de Dios son Rectos y Puros. Alumbran los ojos oscurecidos por el pecado. El Temor de Dios es Limpio, y hace permanecer con firmeza. Los juicios de Dios son Verdaderos, Justos, Deseables, Dulces. Nada los trastorna.
Si verdaderamente amas a Dios, dirás un gran Si a todas estas respuestas. Y estarás tan confiado que, aunque te sientas confrontado, estarás consciente que, si haces tu mejor esfuerzo en guardar los mandatos del Señor, recibirás, sea aquí en la tierra, o en la Eternidad, grande recompensa.
Sabías que no es fácil entender nuestros errores… Y más aún de los que no nos damos cuenta. Así lo puedes ver en el verso 12 de este capítulo de Salmos.
Hoy es un día excelente para, luego de haber leído estas palabras, decirle a nuestro Dios y Señor: Quita mi orgullo, mi arrogancia. No permitas que muestre malas actitudes, quizás envueltas en “papeles de colores” de bondad. Ayúdame a ser íntegro y limpio delante de tus ojos, y no de los del mundo. Que todo lo que yo diga, lo medite en mi corazón, y sazone con sal espiritual de bondad y de amor.
¡Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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