2 Timoteo 3:16-17. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
Eso que Pablo le dijo a Timoteo, es una verdad sin discusión. ¡Eso es la Biblia!... Inspiración de Dios, que enseña, corrige, instruye… Todo con el fin de que hagamos lo que nos conviene, y que sea grato a Dios.
Salmos 119.127 a 129, dice que los mandamientos de Dios son más valiosos que el oro, te llevan a aborrecer caminos mentirosos, ordenan pasos torcidos, dan luz y entendimiento a los simples, y hacen que el rostro de Dios resplandezca en los que lo honran.
¿Sabes con que puedes limpiar tu camino de perversidad? ¡Guardando la Palabra de Dios! (Salmos 119.9). Cualquiera que ponga atención a Esas palabras, y las pone en acción, será comparado a un hombre prudente, que edificó sobre roca. Ahora bien, quien la desecha, será comparado a hombre insensato, que edificó sobre arena (Mt.7.24, 26).
Te aconsejo aferrarte a la Palabra de Vida, para que en el día de Cristo puedas gloriarte de
que no hayas corrido ni trabajado en vano (Filip.2.16). Si verdaderamente crees a Las Escrituras, de tu interior correrán
ríos de agua viva (Jn.7.38).
Si permaneces en la Palabra, serás verdaderamente un discípulo de Jesucristo; conocerás la verdad, y esa verdad te hará completamente libre (Juan 8.31-32).
Por más fuerte y hermoso que estés hoy, llegará tu momento de marchitarte (si no es que ya ha llegado). El profeta Isaías dijo que la hierba y la flor se secan y marchitan, pero que la Palabra del Dios permanecerá para siempre (40.7-8).
Continuaremos…
¡Feliz día. Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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