Jueves 22.12.17
Quiero seguir compartiendo algunas enseñanzas acerca de Job, ya que muchos se quejan de sus pruebas.
Fue Job, nos dice la Biblia, un varón más grande que todos los orientales de aquel tiempo (Job 1:3). Fue tan especial que hasta Satanás le habló a Jehová sobre él (1.10).
Vamos a repasar sus pruebas:
Pérdida de sus criados (1:15). De sus animales (1:16-17). De sus hijos (1:18-19). Y no estando Satanás conforme con lo que había hecho a Job, vuelve delante de Jehová (2.1).
Y era tan fiel Job, que Jehová le vuelve a decir a Satanás: que no había otro como Job en la tierra, que era varón perfecto, recto, temeroso de Dios, apartado del mal, y que aún retenía su integridad... a pesar de su ruina (2.3)… Ay madre mía, y para qué fue eso?
Luego de eso, es ahí donde Jehová le dio permiso a tocar sus huesos y carne; y donde viene esa enfermedad insoportable (2:4-8).
Para colmo, su mujer se convirtió en una “cacata”, que le salió con las palabras de: "maldice a Dios, y muérete" (2.9). Una tremenda piedra de tropiezo para Job. Ofrézcome!
Y, como para poner la tapa del pomo, el desconsuelo por el comportamiento de sus amigos Elifaz, Bildad y Zofar (2:11).
Un solo personaje, cargó con todo ese “saco de pruebas”...una detrás de la otra.
Después de recordarte o informarte de TODO esto, sigues creyendo que tu prueba es grande? Mejor revísate.
Ah, otra cosa: Nos atrevemos a culpar a Satanás por nuestras pruebas, situaciones, o fracasos, pero con Job se ve claramente que fue el mismo Dios quien permitió todo, siendo Job sin culpa.
Satanás lucha constantemente por dar en el clavo de tu debilidad; por hacerte caer, resbalar o renegar de tu fe... No permitas que te derribe. Él te puede tumbar, pero no te quedes tirado. La mano de Dios está extendida hacia ti, para levantarte... es mejor que te sostengas de Ella!
Crees que tu prueba es grande? Analiza lo que pasó Job, y verás que lo tuyo es un vaso de agua comparado con el mar que Job tuvo que experimentar.
Ahora bien, la justicia de Dios, ante tu obediencia y fidelidad, te recompensará con bendiciones mucho más grandes que las que tenías… Dios nunca se olvidó de Job, y, como Él no cambia, tampoco se olvidará de ti!
Job estaba seguro de que de Dios viene todo lo bueno y lo malo (1:21). Ten eso bien claro!
Que Dios te siga aclarando el entendimiento, te guarde y te bendiga!
Wilda M.V.
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