Meditación 24/8/16
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Timoteo 4:12 “Ninguno
tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor, espíritu, fe y pureza”
Cuando
era pequeño, en las reuniones con mis tíos, primos y demás familiares, recuerdo
que acostumbraban a sentar a los niños en otra mesa, para que los adultos
pudieran entablar sus conversaciones.
Reflexionando
sobre ello, pienso que en nuestro caminar de fe en el Señor, puede ocurrir que
seamos también alejados; no por ser menos maduros, sino por no estar en una
posición clara, en el contexto donde expresamos nuestra fe.
En esta
parte de la Escritura de hoy, observamos cómo Timoteo, un joven discípulo, es
exhortado por Pablo a no sentirse abrumado por su joven edad, sino a tomar
parte y demandar respeto entre los creyentes de la palabra. Seguramente
Timoteo fue sorprendido por la gran responsabilidad encomendada por Pablo, de -prácticamente- venir a convertirse en líder de
la congregación.
Tengamos
el valor de expresar con respeto nuestras ideas y sintámonos aptos para
contribuir a la causa de Cristo. Recuerda que el Señor te ha dotado con
dones valiosos que puedes utilizar para rendirle gloria y agradecerle las
grandes bendiciones que ha posado sobre tu vida.
Serás
hoy y siempre, sin distinción, invitado a la mesa del Señor. Procura
sentarte en esa mesa…Él allí te espera!
Un
modelo de oración para hoy: Señor,
te doy gracias por hacerme la invitación de poder sentarme junto a la mesa
contigo, y por creer en mí, para ofrecer los dones que, para el servicio de tu obra, me has dado.
Guíame a cultivar el valor, para sentirme
digno de tu llamado y seguirte con gratitud y fidelidad. Amén
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