lunes, 25 de julio de 2016

"Nuestras pruebas"

Meditación 22.7

1 Pedro 1.3-9 "Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas".

Algunas personas tienen una idea equivocada acerca de la vida cristiana. Después de aceptar a Jesucristo, esperan que todo sea color de rosa. Pero Él dejó en claro que los problemas son inevitables para los hijos de Dios. Su propia vida no fue una excepción: soportó falsas acusaciones, el rechazo de su propio pueblo y la traición de un amigo cercano —para nombrar apenas unos pocos.

Como sus seguidores, podemos esperar dificultades. La causa de la tribulación será diferente con cada circunstancia. Algunas surgen por la naturaleza caída del mundo, mientras que otras son el resultado de la guerra satánica. Y nosotros podemos ser los causantes de nuestro sufrimiento por la ignorancia, el pecado y las malas decisiones. También hay otra posibilidad: a veces Dios pone pruebas. Aunque esta última opción es difícil de aceptar durante un momento doloroso, el Señor nunca envía el sufrimiento, a menos que tenga un propósito hermoso. Y Él da las fuerzas para soportar.

Recuerde que Dios permite los problemas para nuestro beneficio. Quizás sean para purificarnos y hacernos crecer para un servicio mayor. Tal vez tiene en mente poner a prueba nuestra confianza en Cristo y la devoción a Él, lo que robustece nuestra confianza. O podría estar revelando su poder sustentador. En este mundo, puede que no sepamos la razón de cada problema, pero podemos confiar en la capacidad de Dios para rescatarnos y madurarnos.

¿Qué pruebas estás enfrentando? Jesús entiende tu dolor y anhela ser Aquel a quien te aferres. Puedes elegir buscar ayuda en otra parte o utilizar tu aflicción como una fuente de crecimiento. No importa lo dolorosa que parezca la prueba, no desaproveches la oportunidad que te ofrece Cristo.

(De Encontacto.org)


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