Mateo. 9:27-30 “Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos”.
En el pasaje de hoy, en primer lugar hay un mensaje de Dios: “No renuncies a tu esperanza, aunque tu condición sea difícil”.
Eran ciegos, y ya eso era difícil. Se encontraban en un nivel social extremadamente bajo, se dedicaban a mendigar, y además les era prohibido -por la ley- entrar al templo. Su condición era considerada un juicio de Dios. Estaban en gran escases -no podían trabajar; además, qué mujer se casaría con un hombre en éstas condiciones? Pero ellos clamaban a Jesús, y esto nos enseña que en su corazón había esperanza.
No renuncies, aunque aparezcan obstáculos. Observamos que tuvieron que seguir a Jesús hasta su casa; quizás tropezaron con muchas cosas, quizás pidieron ayuda a otros; tal vez en el camino apareció la duda, el menosprecio por sí mismos, la incertidumbre…
No sabemos qué obstáculos has tenido que enfrentar, pero estos ciegos -a pesar de su condición- siguieron a Jesús. No fue un camino fácil, pero la meta es Jesús, y eso lo vale todo…
Jesucristo es el salvador enviado, y ellos reconocieron que en Jesucristo estaba su respuesta. La solución no era el fariseísmo, no eran los escribas, no eran los líderes religiosos de la época, no era la filosofía griega, ellos buscaron a Jesús, él era su respuesta.
Encontramos hoy movimientos religiosos que promueven la adoración de los restos de sus líderes hallados en sus sepulcros, pero cuando los discípulos de Jesús fueron a su tumba, estaba vacía... nuestro Señor y Salvador Jesucristo, murió y resucitó, venció la muerte, y está sentado a la diestra del Padre y volverá por su iglesia.
Confía en Jesús, él puede hacerlo! Cristo venció la muerte, venció los poderes del infierno, por eso puede salvarte…
Cristo es creador de todo, él puede sanarte, puede hacerte libre y transformar tu corazón. Un toque de Jesús transforma toda la vida. Jesús tocó los ojos de los ciegos, vivían en tinieblas ¿con qué podemos asociar las tinieblas? Con temores, incertidumbre, vacíos, golpes y accidentes, y una gran inseguridad hacia el futuro.
Pero en éste encuentro con Jesús, sus vidas fueron totalmente transformadas… ya no tenían que mendigar, podían entrar al templo a adorar, podían disfrutar su familia, incluso constituir una.
Reflexión final: Se acercaron a Jesús y vieron la luz, Jesús lo dijo: “Yo Soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). Él quiere guiarte, y llevarte al lugar de Su propósito. Adelante, confía en él, nunca te fallará.
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