lunes, 21 de septiembre de 2015

“Por Medio de las Pruebas”

MEDITACIÓN 21.9

Mateo 14.22-33 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Mas a la 4TA vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.”
Nadie está libre de pruebas. Para ser realistas, usted está ahora -o en una tormenta, o saliendo de una, o a punto de entrar en otra. Sin embargo, adoramos a un Dios misericordioso que nos bendice, especialmente en los períodos oscuros de la vida.
El pasaje de hoy habla de una noche tempestuosa en el mar de Galilea. En el presente, Cristo nos ofrece lo mismo que a sus discípulos en esa perturbadora situación.
 1ero:  el Padre celestial da a los cristianos su presencia, y la promesa de que nunca los abandonará (Hebreos 13.5-6). Este es, quizás, el mejor regalo, porque gracias a este conocimiento Él nos infunde consuelo, valor y confianza.

 2do: el Señor bendice a sus hijos con una vía de escape en medio de las dificultades. Él tiene todo el control de nuestras tormentas, y usará la prueba para llevar a cabo su propósito. Es posible que no lo entendamos, pero podemos confiar en que su mano nos guiará, y seremos bendecidos. A veces, la razón y el provecho de una dificultad se hacen evidentes, mientras que en otros casos no.

 3ero: el Padre celestial da a los creyentes el potencial para crecer. Las dificultades son ocasiones para aprender a confiar en Dios y para conocerlo más a fondo tanto a Él como su poder y su amor.

Nadie se deleita con las pruebas. Pero recuerde expresar gratitud por la mano de Dios en su vida, y por la manera en que usará la adversidad para ayudarlo a ser todo lo que Dios tiene previsto para usted. Las pruebas son oportunidades para confiar en el Creador y conocerlo mejor.
(De encontacto.org)

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