lunes, 2 de junio de 2014

“Cuando nos Sintamos Agotados”

Lectura bíblica en Isaías 40:27-31 (¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? 28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. )

Casi todos podemos recordar momentos en los que nuestras mentes y nuestros cuerpos se han sentido extenuados por el trabajo físico y la tensión mental. Si estas condiciones llegan a ser constantes o extremas es muy fácil que nos agotemos. Afortunadamente, se nos ha dado un aliciente preciso para esos momentos de agotamiento. La lectura bíblica de hoy revela tres verdades reconfortantes en cuanto a Dios y su fidelidad en nuestros momentos de debilidad.

Primero, descubrimos que Dios “no desfallece, ni se fatiga con cansancio” (v. 28). Su fuerza no ha mermado, ni tampoco disminuirá en el futuro. Él es el mismo Dios ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13.8).

Segundo, encontramos que “Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas” (Isaías 40.29). Nuestro Padre celestial no nos frunce el ceño cuando somos débiles. En vez de eso, nos abraza y nos levanta cuando no podemos ayudarnos a nosotros mismos.

Por último, se nos ha dado una promesa increíble: “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.

La próxima vez que se sienta demasiado cansado o desalentado para seguir adelante, recuerde que nuestro Dios es infatigable. Él es fiel para dar una provisión de fortaleza extraordinaria e inagotable a quienes estén dispuestos a esperar su tiempo perfecto. En todas las cosas, Él da exactamente lo que necesitamos en el momento adecuado. (En contacto.org)

Lectura antes de iniciar nuestra jornada laboral: Salmos 23 “Jehová es mi pastor; nada me faltará. 2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días”

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