La lectura del 12 de octubre del devocional Alimento para el Alma, trajo una reflexión que me ha gustado tanto, que no quiero dejar de compartirla contigo.
La lectura bíblica está en Juan 6:16-21: “16 Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar, 17 y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos. 18 Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba. 19 Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. 20 Mas él les dijo: Yo soy; no temáis. 21 Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra donde iban”.
Y la reflexión dice mas o menos así:
Esto es solo una narración, pero el mar puede representar las situaciones de nuestra vida diaria y la barca a nosotros los seres humanos.
Muchas veces en la vida somos como los discípulos, entramos con nuestra barca en el mar sin esperar a Jesús, es decir, comenzamos el día sin leer la Biblia ni orar; o sea sin colocar nuestras vidas en las manos de Él.
Muchas veces en nuestro mar (la vida diaria) se levanta un gran viento y las aguas que creíamos conocer y manejar se vuelven desconocidas para nosotros. Empezamos a tener miedo, y en esos momentos pensamos en Jesús.
Él nos dice: Yo soy, no temas!. Él quiere estar con nosotros y ayudarnos en las tormentas, en los problemas de la vida; pero no solo en los momentos difíciles, sino también en los momentos felices.
En Juan 8:29 Jesús dice: “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada”. Y cuando nosotros también hacemos lo que a Él le agrada y le recibimos con gusto en nuestra barca (vida), vamos a llegar a la orilla, al destino que Dios nos tiene.
No quiere decir que las tormentas siempre se van a tranquilizar en seguida, pero con la ayuda de Él podemos vencerlas. No tengamos miedo ante la vida y sus tormentas. Recuerda que con Cristo en tu barca (en tu vida) todo marcha feliz y el viento pasará.
Frase: No entres en el mar, sin dejar entrar a Jesús en tu barca”
Y yo te invito a que ante un mar revuelto o tranquilo, lleves contigo a Jesús! Siempre será la mejor opción!
Dios te bendiga
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